
El joven australiano Matthew Smith jamás olvidará ese día. Fueron apenas 10 minutos pero se le hicieron como horas.
Las imágenes fueron grabadas desde un dron que uno de los amigos del protagonista estaba usando. Jamás pensó cuando se decidió a grabar a su amigo pescando en kayak, que acabaría grabando estas increíbles imágenes.
Gracias a que el pescador se dió cuenta que lo que hacía al escuelo seguir su barca era un pequeño ancla, decidió librarse de él y finalmente el tiburón se alejo.
